08.09.2024 06:02 a.m.
Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez
Emilio de Justo se enfrentó en solitario a seis imponentes toros de Victorino Martín en Valladolid. Con unas faenas cargadas de momentos de peligro y arte, el torero extremeño cortó cinco orejas en una tarde histórica.
Chía - Colombia. Valladolid vivió ayer una de las tardes más memorables de su feria taurina. Emilio de Justo, torero extremeño, afrontó con valor y temple su encerrona ante seis astados de Victorino Martín, una de las ganaderías más temidas y respetadas por su casta y bravura. El paseo hasta la Plaza de Toros del Paseo de Zorrilla fue un preludio épico: De Justo salió andando desde su hotel, arropado por una multitud de aficionados que lo acompañaron hasta la puerta grande del coso, donde el clamor popular lo recibió con fervor.
El primero de su lote, de nombre “Misterioso”, salió con mucho nervio y codicia, complicando la labor del torero desde el inicio. De Justo, fiel a su estilo clásico, lo llevó a los medios sin titubeos. A pesar del mal puyazo y la dificultad que mostró el toro en sus embestidas, Emilio supo templarlo y realizar una faena con torería, destacando en los ayudados por bajo y un macheteo final que arrancó aplausos. Sin embargo, un pinchazo y una estocada baja le impidieron cortar orejas, aunque fue ovacionado por el público, consciente de su esfuerzo ante un animal complicado.
El segundo de la tarde permitió a De Justo desplegar su mejor repertorio. Un toro con clase y nobleza, al que Emilio toreó de manera despaciosa y elegante desde el capote hasta la muleta. Con verónicas de gran factura lo llevó a los medios, y tras un brindis al público, inició la faena de muleta con temple y ligazón, sobre todo por el pitón derecho. Los naturales, ejecutados con desmayo, pusieron de pie a los aficionados. Una estocada certera le valió las dos orejas, mientras que el toro fue aplaudido en el arrastre por su bravura.
El tercero, de nombre “Porteño”, resultó extraordinario. De Justo brindó la faena a Victorino Martín, en un gesto de respeto y gratitud por la confianza que el ganadero ha depositado en él a lo largo de su carrera. Los naturales con la mano izquierda, ajustados y profundos, provocaron las mejores tandas de la tarde. “Porteño” respondió con nobleza y clase, aunque con el picante necesario para emocionar. Lamentablemente, Emilio pinchó antes de una estocada baja, lo que le privó de mayores trofeos, aunque consiguió una oreja y el toro fue premiado con la vuelta al ruedo.
El cuarto fue el más complicado de la tarde. Un toro con mucho sentido y que embestía con dificultad, sobre todo por el pitón izquierdo. Emilio, mostrando su valentía, le plantó cara, sacando muletazos de mérito por el derecho. A pesar del pinchazo y la estocada caída, fue ovacionado por la afición, reconociendo el esfuerzo ante un toro de tanta dificultad.
El quinto toro, otro gran ejemplar de Victorino Martín, permitió a Emilio redondear su tarde. Tras un puyazo que el toro tomó con fuerza, De Justo brindó la faena a su apoderado y, poco a poco, fue hilando muletazos de gran calidad. El toro, noble y con recorrido, permitió que el extremeño desplegara su mejor versión, culminando con un estoconazo que le valió otras dos orejas.
El sexto y último de la tarde fue menos emotivo que los anteriores. Un toro que, aunque noble, se fue apagando a lo largo de la faena. Emilio, consciente de ello, basó su labor en muletazos por el pitón derecho, dejando naturales de calidad, pero sin poder llegar a mayor lucimiento. Un pinchazo y un descabello cerraron la tarde con silencio tras aviso.
Emilio de Justo, en solitario, firmó una tarde épica, en la que la casta de los Victorinos se enfrentó al arte y coraje del extremeño, quien salió del ruedo con cinco orejas cortadas y el reconocimiento de una plaza volcada con su entrega y torería.
Ficha del festejo:
Plaza de toros de Valladolid. Penúltima de la Feria de Nuestra Señora de San Lorenzo. Corrida de toros. Lleno. Toros de Victorino Martín, extraordinario el tercero (vuelta al ruedo). Emilio de Justo, en solitario: Ovación, dos orejas, oreja, ovación, dos orejas, silencio tras aviso. Incidencias: Se desmonteraron en banderillas Juan José Domínguez y Alberto Carrero en el segundo. Saludó Abraham Neiro tras parear al tercero. Se desmonteraron Miguel Murillo y Alberto Carrero tras parear al quinto. Se desmonteraron Morenito de Arlés y Pérez Valcarce tras parear al sexto.