02.09.2024 06:02 a.m.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora
En la tercera corrida de la Feria del Atlántico en Bayona, Juan de Castilla dejó una profunda impresión con su maestría en el ruedo, mientras Molina y Christian Parejo aprovecharon sus oportunidades, cortando una oreja cada uno. La tarde estuvo marcada por faenas de temple y buen gusto, donde también destacaron Diosleguarde y Calerito con ovaciones.
Arbeláez - Colombia. El coso de Lachepaillet en Bayona fue testigo de una tarde cargada de emociones y toreo del bueno durante la tercera corrida de la Feria del Atlántico. En un festejo que reunió a seis valientes toreros, Juan de Castilla se convirtió en el nombre que resonó con fuerza, demostrando un dominio absoluto y una clase que le valieron una vuelta al ruedo tras un aviso.
La presentación de Juan de Castilla estuvo marcada por su fino gusto, su perfecto dominio de los terrenos y un temple que arrancó el reconocimiento del público. Aunque no logró tocar pelo, su faena dejó una huella indeleble en los tendidos, evidenciando el gran momento que atraviesa el torero colombiano.
Carlos Olsina pasó desapercibido en su turno, mientras que Manuel Diosleguarde y Calerito saludaron sendas ovaciones tras sendas faenas llenas de entrega y valor. Molina, sustituyendo a Víctor Hernández, y Christian Parejo, en lugar de Ángel Téllez, se llevaron las únicas orejas de la tarde, aprovechando al máximo las oportunidades que les brindó el ruedo de Bayona.
En la parte de cuadrillas, Bonifacio Martín y Fernando Sánchez saludaron desde el tercio tras parear con acierto al tercero de la tarde, mientras que David Pacheco y Mateo Guillon “El Monteño” hicieron lo propio frente al quinto, completando así una tarde en la que el toro de Castillejo de Huebra puso a prueba la destreza de los lidiadores.
La entrada, con menos de tres cuartos del aforo, no impidió que el ambiente en Bayona fuera vibrante, dejando un claro mensaje: la tauromaquia sigue viva y llena de promesas como Juan de Castilla, que demuestran que el arte de Cúchares está en buenas manos.