Madrid en Resurrección: Terna de Honor

Madrid en Resurrección: Terna de Honor

21.04.2025  04:58 p.m.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora

La tarde del Domingo de Resurrección en Las Ventas estuvo marcada por la entrega sin reservas de Rafaelillo, Juan Leal y Francisco de Manuel frente a una exigente corrida de Palha. Con emoción, verdad y riesgo, los tres espadas se vaciaron ante toros duros, inciertos y sin entrega, dejando claro que, aunque la suerte no siempre se alíe con el triunfo, el arte se sostiene en la convicción de los que no se rinden.

Arbeláez - Colombia. La tarde comenzó con un gesto solemne y sentido: el minuto de silencio por Mario Vargas Llosa, intelectual taurino cuya defensa de la Fiesta quedó tan honda como su impronta literaria. Bajo su memoria flotó una corrida áspera, complicada, donde lo que no concedieron los toros lo regaló la terna con el valor y la verdad de su entrega.

Abría cartel Rafaelillo, que enfrentó un primero de Palha con aire de Ibán: serio, cornidelantero, sin recorrido de salida, pero encastado y vivo en los tercios. Lo empujó con codicia al caballo, y en banderillas mostró prontitud y humillación. El murciano lo entendió por la diestra, tragando las repentinas vueltas del toro en el tercer muletazo de cada tanda. Tardó en tomar la zurda, y cuando lo hizo, el toro ya había dado de sí. Sin fondo, se apagó pronto. Rafaelillo puso oficio, poder y espada. Silencio respetuoso.

Con el cuarto, el más proporcionado y serio de la tarde, el murciano dejó otra muestra de su sobria tauromaquia. El toro exigía todo por abajo y no regalaba un solo embroque. Brindó al público y, desde la distancia del maestro curtido, supo no asfixiar a un astado que pedía sitio. Manejó con solvencia la espada. Otra vez, el público respetó su entrega. Silencio.

Juan Leal, en su primero, se topó con un toro voluminoso, muy armado y de querencias notorias. Costó horrores llevarlo al caballo. En faena, Leal aprovechó inercias al principio y luego impuso su paciencia para sacar naturales de uno en uno. El toro, de genio bronco, no permitió distancias cortas. El francés se vació en un trasteo inteligente, culminado con una estocada trasera. Saludos.

Pero fue en el quinto donde Leal se convirtió en héroe. Lo recibió a portagayola, donde el de Palha frenó en seco, provocando una carrera angustiosa y tarascadas de auténtico espanto. Lo picaron con dureza en dos encuentros que minaron la pujanza del toro. Leal brindó al público y se puso de inmediato por abajo. El toro, con nobleza intermitente y mucha reserva, exigió un torero de recursos. Y ahí estuvo el francés: cruzado, vertical, insistente, porfión sin caer en la vulgaridad. Cuando entró a matar, fue prendido en una terrorífica voltereta. Pero volvió. Y lo mató de gran estocada. Sonó un aviso, y el público pidió con fuerza la oreja, que el palco negó. Vuelta al ruedo para Leal, que supo ganarse el respeto de la afición con la verdad del cuerpo.

Francisco de Manuel puso firmeza desde el saludo al tercero, un toro con movilidad engañosa que se vino abajo tras sentir el dominio de la muleta. El madrileño trató de sujetarlo, pero el fondo del astado no dio para más. Media estocada. Silencio. En el sexto, un tren ofensivo y sin entrega, Francisco poco pudo hacer. Lo picaron fuerte, y el toro no quiso saber nada de la muleta. Bronco, sin embroque, defendiéndose siempre. Abrevió con dignidad. Silencio.

No hubo trofeos, pero sí torería. No hubo gloria, pero sí esfuerzo. Y es que en tardes así, donde el lucimiento es imposible, es donde se mide la verdad del toreo. En la aspereza del Palha, los tres toreros dejaron su alma. Rafaelillo con su oficio sin alardes, Leal con su épica de carne y hueso, y Francisco con su firmeza de joven curtido. La terna se vació, y eso, en el templo de Las Ventas, nunca es en vano.

Porque cuando no hay triunfo, pero hay entrega, hay honor. Y cuando hay honor, hay toreo.

Ficha del Festejo

Madrid - Domingo, 20 de abril, 2025 - Toros de Palha: bien presentados, aunque desiguales. Encastados en su conjunto, aunque faltos de entrega. Destacaron 4º y 5º. Rafael Rubio "Rafaelillo": Silencio en su lote. Juan Leal: Ovación y Vuelta al ruedo. Francisco de Manuel: Silencio en ambos. Incidencias: Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del escritor y gran defensor de la tauromaquia, Mario Vargas Llosa. Se desmonteró Juan Carlos Rey tras parear al tercero.

  

 

Contacto

En el Callejón
Finca Buenos Aires
Vereda San Miguel Bajo
Arbeláez - Colombia

(057) 311 5129275

© 2024 Todos los derechos reservados.